Una buena zapatilla de correr dura aproximadamente de 600 a 800 kilómetros. Si corres unos 50 km cada semana, son unos 3-4 meses. Todo el ejercicio que hagas de caminar o entrenar con las zapatillas también afectará a su duración. Si quieres que las zapatillas duren más, úsalas solo para correr. Alternar diversos pares de zapatillas también amplía su duración (en esa horquilla de 600-800 kilómetros). Todo esto se debe a que la entresuela se comprime cada vez que usas las zapatillas. La entresuela tarda de 24 a 48 horas en descomprimirse por completo. Si no se deja tiempo para que se produzca la descompresión, la zapatilla no amortiguará tan bien y se desgastará antes.